Con frecuencia las personas con asma tienen
también rinitis, conjuntivitis u otros síntomas de vías
respiratorias altas.
La nariz limpia el aire inspirado de
partículas, lo calienta y lo humedece, permitiendo que llegue en buenas
condiciones a los pulmones. A esto contribuyen unas cavidades,
denominadas senos paranasales, conectadas con la nariz, por las que
el aire respirado también circula y se acondiciona antes de llegar a los
bronquios.
El interior de las fosas nasales esta recubierto
por la mucosa nasal, que también se puede inflamar por diversas causas. Estas
inflamaciones nasales se denominan rinitis y suelen ocasionar congestión
nasal, taponamiento, exceso de moco, picor, estornudos, que pueden también
afectar a los ojos. Son causas frecuentes de rinitis los catarros, otras
infecciones respiratorias, substancias que producen alergia, humos y otros
irritantes.
- · Las rinitis de corta duración o agudas, normalmente son de origen infeccioso y suelen estar ocasionadas por diversos tipos de virus como el del catarro común o la gripe.
- · Las rinitis de larga duración o crónicas pueden ser de origen alérgico o no alérgico. Se puede sospechar origen alérgico, cuando coinciden con presencia de pólenes, ácaros u otros alérgenos.
En las rinitis alérgicas se usan antihistamínicos
y antiinflamatorios nasales. Como la intensidad de los síntomas puede
variar enormemente, el tratamiento también puede hacerse de forma
escalonada, según su gravedad. A veces se acumula moco en los senos
paranasales y se infecta ocasionando sinusitis, que se caracteriza
por mucosidad espesa y es importante diferenciar de los síntomas de
alergia, porque el tratamiento es distinto. Con frecuencia las rinitis también
se asocian con inflamación de la conjuntiva o conjuntivitis, que produce
lagrimeo, enrojecimiento y picor ocular.
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