Es fundamental saber distinguir entre dos tipos
de medicamentos para el asma, los de alivio de síntomas y los que controlan
la inflamación bronquial. Estos últimos son los más importantes, ya
que actúan sobre el principal mecanismo responsable del asma, es decir, la
inflamación de los bronquios.
Un error muy habitual es utilizar con
demasiada frecuencia medicamentos de alivio rápido y reducir o no
utilizar suficientemente los que controlan la inflamación.
Muchas crisis se producen porque la persona espera demasiado antes de introducir o incrementar los tratamientos de control de la inflamación. Se dice que “el asma es como el fuego, cuanto antes se apague mejor”.
Muchas crisis se producen porque la persona espera demasiado antes de introducir o incrementar los tratamientos de control de la inflamación. Se dice que “el asma es como el fuego, cuanto antes se apague mejor”.
· Los medicamentos
de alivio, como su propio nombre indica, alivian rápidamente los
síntomas. Dilatan los bronquios, mejorando los síntomas de forma casi
inmediata. También son llamados broncodilatadores de rescate. Sus
dispositivos de inhalación suelen ser de color azul. A veces se
usan también como preventivos, antes de realizar deporte.
· En cambio, los
medicamentos que controlan la inflamación bronquial, tienen un efecto
que no suele ser tan inmediato como los de alivio. Pueden ser corticoides,
o no corticoides. Sus inhaladores suelen ser de color marrón. Dentro de
los antiinflamatorios no corticoideos, está el grupo de los antagonistas
de los leucotrienos, que se administran por vía oral y se usan con mucha
frecuencia en niños, aunque también en adultos. Cada vez se utilizan con más
frecuencia las combinaciones de corticoide inhalado y broncodilatador de
acción prolongada, cuyos inhaladores suelen ser de color rojo o morado.
Es importante resaltar que, para controlar
adecuadamente los síntomas de asma, lo más importante es tratar la
inflamación bronquial.
No hay que temer a los corticoides, sino al mal uso de los mismos. Continúan siendo muy
útiles en el asma, sobre todo en forma inhalada. Hay una opinión muy
generalizada en contra del uso de corticoides, originada en parte, porque sí se
toman en comprimidos o en inyectables (sistémicos), durante periodos largos de
tiempo, pueden producir efectos secundarios sistémicos. Muchas personas
desconocen que los corticoides inhalados al llegar directamente a los
bronquios, consiguen reducir la inflamación con dosis muy bajas y carecen de
efectos secundarios importantes. La única precaución con ellos sería enjuagar
la garganta después de usarlos, para evitar irritación o pequeñas lesiones
en la boca o garganta.
Los corticoides sistémicos, se utilizan para
tratar las crisis de asma que no se han controlado con los otros
medicamentos.
Otro tratamiento para casos de asma alérgica, es
la inmunoterapia específica con alérgenos o vacunas de alergia, en
aquellos casos que estén indicadas.
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